viernes, 19 de agosto de 2011

 ¿Dios vs. la medicina?

La medicina actual dista mucho a los que fue varios años atrás. Su alianza con la tecnología ha permitido realizar tratamientos, cirugías y trasplantes como sólo podía soñase tiempo atrás.
Para muchos cristianos los problemas de salud han sido puestos en las manos de Dios recibiendo sanidades milagrosas. Esta situación a llevado a que muchas personas se nieguen siquiera a tomar una aspirina para el dolor de cabeza, creyendo que Dios "tiene el poder para sanar cualquier dolencia".
Este tipo de ideas se han arraigado en la sociedad cristiana aunque carece de fundamento sólido.


¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? (Co. 6:19)

Nuestro cuerpo nos ha sido dado en calidad de préstamo de parte de Dios. Como cualquier otra cosa prestada es nuestro deber tener cuidado de Él y velar por su buena condición.
Ante cualquier problema de salud debemos tomar la actitud de cristianos de responsabilizarnos por él y cuidar lo que nos ha sido encargado.
Entonces, si no sometemos a la medicina humana ¿dónde está Dios?


Los ojos de Jehová velan sobre la ciencia (Pr. 22:12)

Dios tiene conocimiento continuo de la medicina y los avances tecnológicos. En determinadas ocasiones los médicos pueden quedarse sin respuestas y a veces podemos afrentar enfermedades terminales (cáncer, lupus eritematoso, distrofia muscular, sida, esclerosis múltiple, hepatitis B, etc.), y es cuando Dios puede otorgar la respuesta milagrosa ante el pedido de un corazón con fe.
Dios siempre se encargará de nuestra salud, aunque a veces usará manos humanas para intervenir en pos de convertirnos en personas responsables. Así como creemos que Dios nos prosperará económicamente y aún así vamos a trabajar, seguimos creyendo en la sanidad divina cuidado nuestro cuerpo comiendo sanamente, tomando medicamentos indicados y dando gracias a Dios por su continua intervención.

No hay comentarios:

Publicar un comentario